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miércoles, 25 de junio de 2014

LA NUEVA MORATORIA PARA JUBILARSE

DIEGO BOSSIO EN EL CONGRESO: “EL ESTADO ESTÁ CON QUIENES TRABAJARON TODA SU VIDA Y NECESITAN PODER JUBILARSE”


Así se expresó el titular de la ANSES hoy en la reunión de comisiones del Senado Nacional, donde el proyecto de ley de la nueva moratoria obtuvo dictamen de mayoría. El proyecto será debatido en una sesión que llevará a cabo la Cámara alta la próxima semana. El Proyecto de Ley prevé extender la moratoria previsional hasta diciembre de 2003 a quienes no hayan completado los aportes durante su etapa activa. Más de 473.000 adultos mayores podrán jubilarse, llegando al 100% de cobertura previsional.


Diego Bossio, Director Ejecutivo de la ANSES, participó hoy de la reunión de Comisiones para el Tratamiento de la Ley de Moratoria Jubilatoria. En el Honorable Congreso de la Nación, lugar donde se llevó a cabo el debate, Bossio destacó: “lo que busca esta nueva moratoria es alcanzar la universalización de la cobertura para los adultos mayores, lo que nos permitirá continuar siendo líderes en cobertura previsional de la región”.

Participaron de la reunión la senadora nacional y presidenta de la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado, María de los Angeles Higonet y el senador provincial Aníbal Fernández.

La segunda etapa del Plan de Inclusión Previsional, que beneficiará a 473.814 argentinos que estaban excluidos del sistema por no tener la totalidad de aportes, fue anunciada por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner el pasado 4 de junio. Hasta ahora, la moratoria vigente permitía regularizarse incluyendo aportes no ingresados hasta septiembre de 1993. Esta nueva etapa extiende ese plazo hasta diciembre de 2003 y plantea lograr la universalización jubilatoria, es decir, llegar al 100% de cobertura previsional.

Así, podrá acceder a la moratoria cualquier persona que, teniendo la edad exigida por ley -las mujeres 60 años y los hombres 65-, le falten años de aportes para llegar a los 30 necesarios, no contar con prestación previsional alguna o percibir una mínima (como pensiones y Pensiones No Contributivas, hoy de $2757). Asimismo, se contemplará a las personas con mayor nivel de vulnerabilidad social.

Bossio agregó que “El Estado está presente para jubilar a aquellos que trabajaron toda la vida y no tuvieron aportes. Hasta el año 2003 había un alto trabajo informal y desempleo, y los argentinos no se podían jubilar. La ley 25994 permitió incorporar masivamente a los argentinos al sistema jubilatorio, y la ley 24476 de moratoria sigue vigente. Con la moratoria, gran parte de los argentinos se jubilaron”.

Por otro lado, Bossio aclaró que “A los sectores más humildes de la Argentina les cuesta más jubilarse. Nosotros queremos que esta moratoria sea gratis y que no tengan que recurrir a un profesional. Queremos facilitar a las familias la posibilidad de que se puedan jubilar sin tener que ser rehén de un gestor, que se lleva las cuotas del retroactivo. Hay que hacer un trámite en la Anses, un control patrimonial, y además hay que estar anotado en la AFIP. Nosotros con una regla muy simple veremos si tiene posibilidad de pago o no. Si la persona gana más de la mínima, no puede acceder a la moratoria”.

El titular de la ANSES expresó: “Podemos incluir a las pensionadas, que antes no se podía, siempre y cuando la pensión sea contributiva y no supere el valor de la jubilación mínima y, además, el valor de la cuota se ajustará cada vez que se aumente la jubilación o pensión, manteniendo siempre la misma proporción”.

“Durante la década del 90, la tasa de cobertura previsional de la población pasiva en la Argentina tuvo una tendencia decreciente, producto de la informalidad laboral, los altos niveles de desempleo y la reforma previsional de 1993 que crea las AFJP”, finalizó Bossio. Debido a ello, la cobertura previsional apenas llegaba al 60% al 2003.



Impacto y sustentabilidad de la medida

Esta segunda etapa de inclusión previsional tendrá impacto redistributivo al estar orientada a garantizar una jubilación y cobertura médica para las personas en edad de jubilarse y que hoy no pueden hacerlo por el elevado costo de la deuda previsional.

Esta inyección de recursos genera, a su vez, incrementos de la recaudación impositiva por aportes y contribuciones, los que, a su turno, mejoran los ingresos del Sistema Previsional y contribuyen a su sustentabilidad financiera.

Para garantizar la sustentabilidad del sistema, el valor de la cuota se actualizará por la movilidad jubilatoria (art. 32 Ley 24.241).

Esta medida aumenta la cobertura previsional del SIPA 6,2 puntos porcentuales, lo que permite llegar a la universalización de la cobertura previsional.



Logros de la primera inclusión jubilatoria

A partir de 1995, hubo un fuerte incremento del número de desocupados y de empleos en negro, que se potenciaron con la recesión y luego con la crisis de 2001-2002. En 2002 el desempleo llegó al 21,5% con un claro impacto negativo en el sistema previsional.

En el año 2005 había un 57% de cobertura previsional en la Argentina, lo que significó que 5 de cada 10 abuelos no accedían a una jubilación. A partir de la puesta en marcha del Plan de Inclusión Previsional, se incorporaron al sistema jubilatorio 2.749.696 de adultos mayores a los que les faltaban aportes y a los que se les fueron descontando cuotas de la moratoria de su jubilación. Hoy, la cobertura alcanza a un 93,8% de la población, constituyéndose en la más alta de América Latina, con 5.907.860 jubilados.

El Plan de Inclusión Previsional, lanzado en 2005, mejoró la distribución del ingreso. Asimismo, se convirtió en una política de igualdad de género, ya que el 73% de las jubilaciones otorgadas fueron hacia las mujeres. Además, protegió principalmente a los sectores más humildes, provocando un efecto distributivo positivo. Esto responde a que los fondos destinados a estos sectores de adultos mayores se vuelcan luego al consumo y al sostenimiento del empleo, generando un círculo virtuoso en la actividad económica.

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