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lunes, 9 de febrero de 2015

El pueblo quiere saber de qué se trata

Por el Arq. Roberto Novoa



El 25 de Mayo de 1810 vecinos prominentes e influyentes de Bs. As., se reunieron en el Cabildo para discutir el futuro de las Colonias del Río de La Plata.
El Manual del Alumno Bonaerense nos enseñó a llamarlos “patriotas”.





Fernando VII estaba detenido por Napoleón y su imposibilidad de gobernar España incluía a estas colonias. Era menester constituir una junta de gobierno para tomar decisiones locales, sobre todo las vinculadas con el puerto.



Fuera del Cabildo, en la Plaza Mayor estaba lo que el Manual del Alumno Bonaerense definía como “pueblo”.



“El pueblo” quería saber de qué se trataba.



Han pasado 205 años de aquel acontecimiento que podríamos definir como el nacimiento de la patria. Sí, la patria, porque la Nación Argentina aun espera ser parida.



Hoy el pueblo, (que requiere una definición más compleja que la del MAB), también está en la plaza, esta vez la Plaza de Mayo esperando saber de qué se trata, pero esta vez frente al Cabildo está la Casa de Gobierno; a los que están adentro ya no los definimos como “patriotas”, lejos, muy lejos están de esa concepción.



El 18 de enero del corriente año, el Fiscal Alberto Nisman fue encontrado muerto en su departamento en Puerto Madero. Horas antes de explicar su denuncia en Honorable Congreso de La Nación. Denuncia que implicaba a la Sra. Presidente de La Nación CFK, su Ministro de Relaciones Exteriores Timerman, al Diputado Larroque de La Cámpora, Luis D’Elía y Esteche.



La pérdida de su vida sea cual fuere la mecánica, se define como un crimen político vinculado a la causa AMIA y su investigación sobre el actual gobierno.



Según Nisman, se había urdido un plan para producir impunidad en la causa AMIA y establecer negociaciones con Irán.



En términos más amplios, Nisman pretendía contarles a los de afuera de las oficinas del poder, cual es el comportamiento de los que están adentro. Pretendía romper este misterio. En la Argentina las cuestiones vinculadas al poder, sólo son materia de una pequeña elit, para el pueblo es suficiente un relato.



Nisman está muerto. Con aciertos y errores pretendía responderle al pueblo que quiere saber de qué se trata desde 1810.



El 4 de junio de 1997 en su oficina de la ANSES en Mar del Plata, el auditor Alfredo Fredy Pochat fue asesinado, investigaba 400 casos de corrupción en el organismo y estaba a punto de presentar su denuncia. Dos días antes de su asesinato, Pochat abogado especializado en detectar estafas contra el Estado, se reportó a su superior, el Director del organismo Horacio Rodríguez Larreta; lo puso al tanto de las maniobras de Silvia Albanesi y de su marido Armando Andreo, conocido como “El Coronel”, manifiesto admirador de Videla y Ramón Camps, vinculado al sindicato de marineros (SOMU), pescadores (SOIP) y de Portuarios.



“El Coronel” mató de 3 tiros a Fedy y los hechos de corrupción que investigaba Pochat fueron sepultados con su ataúd.



Podíamos seguir enumerando hechos que de ser esclarecidos pondrían en evidencia el entramado corrupto de intereses que ni de lejos rozan el interés general y el bienestar común.



Julio López, Darío Jerez, la Tragedia de 11, “Sueños Compartidos”, Ciccone Calcográfica, Hotesur, Cantera S.A., el saqueo de las tumbas en Lavalle, la bomba de la iglesia de Santa Teresita, la inundación de La Plata, etc., etc., etc.



La política, los Servicios. De inteligencia, La Bonaerense. La Federal, Las Fuerzas Armadas, La justicia, Instituciones y organismos que buscan financiamiento adicional, lo hacen en la trastienda de sus despachos. Es como un torrente que arrastra todo. Negocios con la obra pública, concesiones, tráfico de influencias, delitos económicos, trata de personas, prostitución, Futbol, drogas y barras bravas.



En la Argentina el Estado no somos todos porque todavía no le hemos dado vida a la Nación. El estado es un botín del que se apropian unos pocos. Es sencillo, levantan banderas ideológicas, prometen revoluciones populares que den respuesta a las demandas del pueblo, seducen con “fuertes” liderazgos e inventan un relato, y fundamentalmente no se dirigen a todos, sólo a aquellos que le garantizan el éxito de una elección popular.

Obtenido el “cargo” está dado el primer paso, el elector pasa a ser la “gilada”, gente común que no quiere ni necesita la “verdad”. “No sabrían que hacer con ella”. “Tenemos patria y es nuestra” y al que no le guste que cierre el pico, se ponga un partido político y nos gane en una elección popular.



El problema de la Argentina parece ser Nisman, y es Nisman, porque aun está vivo, él y su denuncia. La sangre de Alberto Nisman ha manchado la Democracia, la República y a su gobierno y ha puesto en evidencia la trama del poder que desprecia la vida.



“El pueblo quiere saber lo que pasa”, olvidarse de Nisman es alejarse de la verdad.



Pochat está muerto, definitivamente muerto, porque lo hemos olvidado. Si Pochat estuviera vivo en la memoria colectiva de la Nación ausente, Nisman problamente estaría vivo.



Si se nos muere definitivamente Nisman los próximos muertos podríamos ser Nosotros.

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