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lunes, 16 de febrero de 2015


 

Dolor de cabeza para Arlía y miles de turistas: ¿Qué pasó en el puente de El Guerrero?


Ayer se detectó que uno de los pilares del puente de El Guerrero, que une ambas márgenes del Salado a través de la Ruta 2, “cedió” 20 centímetros y provocó la fisura de una viga. El caso, lejos de ser una emergencia, representa la crónica de una muerte anunciada.


Miles de turistas que circulan desde ayer con destino a la Costa Atlántica se toparon con una inesperada demora que provocó largas colas sobre la calzada. Al malhumor de los veraneantes se sumó el desconcierto de la Provincia, que mandó a investigar qué pasó en el puente “El Guerrero”.

Según se comunicó oficialmente, y “por razones que son motivo de investigación”, se detectó fisura en una viga del puente, que está ubicado en el kilómetro 166 de la Ruta 2, a la altura de Castelli y sobre el Río Salado. La fisura, continuó el comunicado difundido desde vialidad, “generó el descenso de 20 cm de una de las pilas del puente, motivo por el cual la Direccion de Vialidad Provincial dispuso el desvío por razones de seguridad vial de aquellos automóviles que circulan hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por las rutas 41 y 57”.

Desde la oposición salieron a facturar un problema que es de larga data. El diputado Ramiro Gutiérrez denunció que “No se han realizado las obras de terraplenado ni vías alternativas que impidan la rotura de las rutas ni que permitan el transporte” para justificar lo que describió, tal vez de manera exagerada, como “un derrumbe”. Sí acertó en el diagnóstico.

Es que el puente, que data de la década del 30, fue construido con la tecnología de ese tiempo, con pilotes “apoyados” y no enterrados a profundidad, como se estila ahora para evitar el proceso de socavamiento de la corriente. Los problemas en la obra de arte son de larga data, tal como ocurre con el puente ferroviario, y es por eso que se proyectó la construcción de dos nuevas obras que están en ejecución.

Ese fue el nudo del problema: Según pudo reconstruir INFOCIELO de parte de fuentes técnicas inobjetables, la construcción de un “terraplén de avance” que permita avanzar con la obra potenció el efecto erosivo de la corriente. A la vez que “achicó” el cauce, generando más presión sobre los pilotes, generó una corriente transversal, paralela al terraplén, que sumó al socavamiento.

Asimismo, aseguraron a este portal que parte del problema es que la empresa constructora se excedió en la extensión de dicho terraplén, achicando más de lo necesario el cauce y potenciando el fenómeno.

Mientras se deciden las acciones a corto plazo para garantizar la seguridad de los transeuntes, se definió destruir parte de este terraplén y agrandar así el cauce, para que aminoren los efectos sobre las bases del puente. Lo que no está claro es el esquema de circulación que se permitirá, ya que el caudal de vehículos que circula, habida cuenta de los feriados del carnaval hace toda tarea por demás complicada.

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