Por Roberto Novoa.
Cada conflicto
social, cada crisis, tienen una solución política; el problema es encontrarla.
Venezuela sangra,
su democracia está gravemente herida, los venezolanos lo saben, unos ganan las
calles y protestan, otros, gatillan las armas que les proveyó el estado y
lastiman la carne, pero no pueden apagar el espíritu cívico de una sociedad que
se niega a ser esclava del dictador.
Los venezolanos ya
saben que fueron “promesas vanas de un
amor que se escaparon con el tiempo”.
Las revoluciones
populares, lideradas por populistas construyen un espacio propicio para la
derecha, el capitalismo compra barato y paga sin factura por debajo de la mesa.
Manda a explotar y a bañarse en un ratito. Esas revoluciones populares- populistas
venden presente y pagan con futuro, el problema es que el futuro llega, cuando
esto sucede los obesos señores se instalan tras sus escritorios y esperan que
los vuelvan a buscar para reconstruir el país. Hacen falta capitales e
inversiones que promuevan el crecimiento económico y el posterior desarrollo
para el bienestar del pueblo.
La revolución popular
tendrá que esperar, ha quedado desprestigiada por líderes que decían
¡Exprópiese!!! o cosas como ¡ ALCA, ALCA, ALCARAJO!!!! . Se trata de grandes
seductores que se encargarán de todo, todo, absolutamente todo, incluso
interpretarán a los pajaritos, pero a la hora de encontrar las soluciones
políticas aparecerán inhábiles, inútiles autoritarios. Venezuela no para de
sangrar.
Los expertos
aconsejan, más política, más democracia, más república. Por la mañana fuertes
dosis de libertad de expresión y libertad de prensa. Disenso y diálogo.
Hacerse cargo y
ocuparse de lo público, transferir con fuerte control cívico, respetar y hacer
respetar la ley.
Venezuela sangra,
los venezolanos se desangran, nos duele, nos enoja, nos frustra, hagámonos
cargo y ayudemos a encontrar las soluciones políticas para que Venezuela vuelva
al pleno ejercicio de la democracia y a la paz.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario